Ayer la noche era tranquila y me hizo darme cuenta que es inútil recoger pétalos, pues nunca volverán a florecer, en cambio muertos en mis palmas quedarán.
Ayer la noche era tranquila y me hizo darme cuenta que es inútil recoger pétalos, pues nunca volverán a florecer, en cambio muertos en mis palmas quedarán.